Acero Inoxidable

ACERO INOXIDABLE

Lo primero que debemos aclarar en lo que a este metal se refiere es que cuando hablamos de acero inoxidable no nos referimos a un único material, sino a una familia de aceros resistentes a la corrosión, dentro de los cuales y, sin intención de ser exhaustivos, se encuadran el acero 304, el 316 o el 430.

A efectos de reciclaje la diferencia mas importante entre estos se da entre el 430 o «ferritico» y los demás, pues este es ferromagnético, esto es, el imán se le «pega» siendo su precio muy inferior a los de calidades no ferromagnéticas.

Al igual que muchos descubrimientos científicos, el origen del acero inoxidable radica en un accidente fortuito. En 1913, Harry Brearley estaba investigando el desarrollo de nuevas aleaciones de acero para su uso en cañones de armas en su taller de Sheffield, Inglaterra. Se dio cuenta de que algunas de sus muestras, fabricadas con aleaciones con un 13% de cromo, no se oxidaban y eran mas resistentes al grabado.

La primera aplicación de estos aceros fue en cubiertos por los cuales Sheffield posteriormente se hizo mundialmente famosa. La demanda mundial de acero inoxidable está aumentando a una tasa de alrededor del 5% anual, con un consumo anual superior a los 20 millones de toneladas en áreas como la construcción o la fabricación de electrodomésticos. Constantemente se encuentran nuevos usos para estas aleaciones dada su apariencia atractiva, su resistencia a la corrosión, su bajo mantenimiento y su resistencia.